Buenos Aires / Argentina

Museo Papalote Verde, Monterrey, México

Octavio Paz mencionó alguna vez que los adultos tienen la obligación de trabajar y los niños de jugar. Se ha dicho también que la grandeza de Alexander Calder, el gran escultor, se debió a su habilidad para "Jugar con la Seriedad de un Niño" cuando trabajaba.

Jugar no es serio, pero hay que tomarlo en serio… Papalote toma el juego muy en serio. La arquitectura del museo de Monterrey busca trasladar esta idea al lenguaje construido.

El Museo Papalote Verde es arquitectura de propuesta, que le apuesta a una imagen innovadora: un juego serio. La idea del edificio es contribuir a la experiencia de aprendizaje: una demostración tangible de pensamiento creativo, de apertura a la innovación, muestra de una posición seria pero lúdica que resulta divertida. Es un proyecto de Papalote en el sentido mas amplio, le pertenece a la historia y tradición del museo en su forma y en su esencia.

El edificio del nuevo museo busca pertenecer a Monterrey, nacer del paisaje natural y cultural donde se inserta. El proyecto contempla lograr esto con mas de 4.000 m2 de áreas de jardinería nativa en exteriores, casi 6.000 m2 de áreas de exposición y un cine IMAX de ultima generación con mas de 1.500 m2 de construcción además de una torre mirador que será también un jardín botánico vertical.

Se apuesta a complementar la experiencia del Parque Fundidora, a través de una relación de diálogo y no de contradicción con el contexto. Por ello el proyecto explora recuperar los edificios existentes, generar un paisaje nativo en el exterior y descubrir el espacio bajo tierra, el subterráneo, como mecanismo para acercarse a una frontera nueva en el parque y que permitirá un funcionamiento más eficiente y responsable desde el punto de vista del impacto ambiental de la propuesta. Un gesto contextual pero crítico.

No es una demostración de timidez o prudencia, mas bien, se aprovecha la oportunidad de explorar territorio no conocido, de experimentar la idea de Monterrey y la idea de museo desde un nuevo punto de vista.

La secuencia del proyecto, un recorrido fluido y continuo pero lleno de texturas que le dan ritmo y cadencia explora la relación no sólo del contenido con el espectador, sino la relación del espectador con el paisaje y de su cuerpo con el mundo. Los niños descubren así un nuevo mundo y una forma distinta, menos nociva de como formar parte de él.

Subir, bajar, descubrir… encontrar luz, aire y arquitectura bajo la tierra, mundo distinto con menor afectación al planeta.

Se propone replantear las relaciones asumidas en el día a día con el entorno como campo fértil para la invención y la creatividad. Se busca que el juego sea un mecanismo serio para aprender a aprender.

El edificio en si mismo será una demostración tangible de estos principios.

Mediante la selección y uso de materiales y diseño adecuados se procurará generar un mínimo impacto ambiental. Se reducirá el consumo energético (iluminación, calefacción, aire acondicionado) y se diseñará un sistema de manejo de efluentes y residuos sólidos. El diseño se regirá por parámetros internacionales que le permitan obtener grados de certificación que avalen esta postura (como el LEED americano o incluso su equivalente europeo) no como valor de cambio sino como medio de comunicación.

Papalote verde se convertirá, como otros edificios en el parque, en un paradigma del potencial de reclamación de sitios contaminados para su reintegración a la sociedad como espacio público y de educación

Imágenes gentileza > Iñaki Echeverría

hacer click en las imágenes para ampliarlas